TEORÍA DEL COLOR

TEORÍA DEL COLOR

 Clase especial en El Visor

 

Los colores nos rodean continuamente, parece que a veces ni los vemos y que no los tomemos muy en serio. Para algunos elegir un color es totalmente arbitrario, otros pretenden tener buen ojo a la hora de escoger los colores. Lo que está claro, es que algunas combinaciones funcionan perfectamente entre si y otras no, pero no sabemos explicarlo. ¿Cómo funciona el color? ¿Cómo asociarlo a otros?

El Visor responde a esos planteamientos en una clase de “Teoría del color” y ilustra a través de proyecciones y experimentos lo que no han parado de investigar los artistas a lo largo de los siglos.

ADENTRARSE EN EL COLOR: CÍRCULO CROMÁTICO

Para iniciar la clase, el Visor propone jugar con la retina y observar detenidamente cada color: “Quiero que perciban”. No olvidemos que la observación es clave a la hora de pintar.  El experimento consiste en mirar fijamente el color; rápidamente nuestros receptores se saturan y cuando descansamos la vista en una superficie blanca, aparece su color complementario.

 

El círculo cromático es una herramienta indispensable para entender el funcionamiento de las mezclas de colores y sus asociaciones. Veremos más adelante que hay varias formas de usarlo.

Colores primarios: el magenta, cian y amarillo. No se pueden generar a través de la mezcla de otros colores. Son madres de todos los colores de los pigmentos.

Colores secundarios: el naranja, verde y violeta. Se denomina color secundario a aquel color obtenido de la mezcla de dos colores primarios.

     

 Marcelo enseña a los alumnos del Visor los juegos de luz que se pueden conseguir con las luces roja, verde y azul que son los colores primarios de la luz. Vemos por ejemplo en la foto del membrillo como la sombra violeta contrasta con el membrillo amarillo, su color complementario.

Las sombras proyectadas de la luces roja, azul y verde son a su vez los colores complementarios y secundarios de la luz y también los colores primarios del pigmento.

 

Un poco de historia…

Newton (1642-1727) y después Young (1773-1829) descubrieron que la luz es color. Para llegar a este hallazgo, Newton hizo pasar la luz del sol a través de un prisma, y descubrió que se dividía en varios colores. Este fenómeno se observa cuando unos rayos de sol atraviesan unas gotas de agua para crear un arco de iris.

Finalmente es el químico Eugène Chevreul (1786 1889) quien va a influir a los impresionistas y a los postimpresionistas con su ensayo “ley del contraste simultaneo de colores”. El ensayo explica la ley del contraste simultáneo: se basa sobre un fenómeno óptico: nuestro ojo, como explicado anteriormente, cuando percibe un color, requiere en mismo tiempo su color complementario. Si no está dado, el cerebro humano lo va a crear por sí mismo.

Los impresionistas pondrán en práctica las investigaciones del francés.

 

RELACIONES ENTRE LOS COLORES

LOS COLORES COMPLEMENTARIOS

Los colores complementarios están directamente enfrente el uno del otro en la rueda de color. Están opuestos en el círculo cromático y por lo tanto se complementan. Permiten crear contraste.

Monet usa los colores complementarios en esta composición:  el sol naranja ilumina el cielo azul. Ya no es el dibujo o el contorno que da volumen a los objetos sino la yuxtaposición de pinceladas de colores que plasman escenas efímeras de la realidad.

   

En este cuadro vemos como el pintor articula su composición con colores complementarios. El amarillo de la pared contrasta con el vestido violeta.

Observad como las manchas verde y roja de la esquina superior a la izquierda permiten equilibrar la composición.

En aquella época la obra de Gauguin estaba considerada como bárbara. Simplificar formas y contornos para pintar con anchas superficies de tonos intensos.

 

COLORES ANALOGOS:

Otra forma de usar los colores en el círculo cromático es escoger los adyacentes. Ese abanico de colores se llama análogos y crea una harmonía agradable con poco contraste. Esa paleta resulta más fácil de usar siempre que no se usa más de 4 colores.

 

Munch en Madonna (1894-1895), utiliza los colores análogos para expresar la carga emocional.

La violencia del deseo femenino se ve expresado a través de tonos cálidos.

 

George Grosz, Metrópolis (1916 -1917). En este cuadro, el pintor confronta las tonalidades rojizas con las azules para recrear la alienación del hombre atrapado en la ciudad. Los expresionistas quienes vivieron los inicios de la revolución industriales empezaron a alejarse de lo que se entendía en aquella época como “belleza” y retrataron el sufrimiento, la tristeza, la violencia.

 

COLORES DISCORDANTES o equidistantes sin llegar a ser opuestos, ni adyacentes.

Siguiendo las mismas preocupaciones que su contemporáneo Grosz, Kirchner usa colores vivos herencia de los neoimpresionista y de los fauvistas.

Kirchner buscaba una autenticidad pictórica “El pintor pinta la apariencia de las cosas, no pinta su realismo objetivo; más aún, crea nuevas apariencias”.

  En Desnudo acostado delante del espejo (1910), Kirchner emplea los colores discordantes: Naranja/Verde/ Violeta creando un violente contraste mediante una simplificación brutal de las formas.

A pesar de su brillante evolución artística el nazismo calificará su arte de degenerado, destruyendo más de 600 obras suyas.


COLORES QUEBRADOS

Los colores discordantes se encuentran también en nuestra vida cuotidiana. Si nos fijamos en las asociaciones de colores que se emplean en las banderas, en las señales, en las marcas etc. Esas asociaciones actúan como un grito para llamar nuestra atención.

Volvemos a nuestros colores primarios: cian, amarillo y magenta. No dudéis de que, para oscurecer un color, ¡no se le añade negro! Para oscurecer un color, se le añade su color complementario. ¿Quién hubiera dicho que se oscurece el violeta con amarillo?

La gama que se obtiene al mezclar los colores complementarios da una infinidad y rica paleta.

En Passage du Commerce Saint André (1952-1954), vemos como el pintor Balthus usa los colores quebrados para crear esa atmosfera enigmática propia de su obra.

MONOCROMIA

En su cuadro la flecha de Zenón (1964), el pintor belga Magritte emplea el azúl asociado con sus distintas tonalidades. La monocromia en este cuadro contribuye a recrear un ambiente poético y énigmatico caracteristica de sus pinturas.

Recordad que un buen dominio de los colores entre sí nos permitirá desarrollar más rápidamente nuestra creatividad y ahorrarnos de resultados desafortunados.

El Visor propone a los alumnos una serie de ejercicios para profundizar el tema y poner en práctica lo que se enseñó durante la clase. Contactar con los profesores de la escuela El Visor.

 

Maev Brunet